Nos hicieron creer que nosotros somos los «dueños» de la Tierra (Hábitat)…

A ver, ¿Cómo quieren que hagamos comparaciones, si corresponde?,

¿Al Hábitat (como Naturaleza) en relación con al hombre, o el Hombre (personas) en relación con la Naturaleza?

Desde mi punto de vista cosmogónico, debo decir que es el Hábitat es el que se relaciona con el Hombre, ya que éste, depende plenamente y en absoluto de él…

De otro modo «caeríamos» en la soberbia (o estupidez supina), de creer (o como nos hicieron creer) que nosotros somos los «dueños» de la Tierra (hábitat)…

Por esta última creencia, hace que aquellos que tengan una mínima inteligencia dañina, perpetran y se creen «dueños» de la Tierra y la hacen propia sin pagar nada a cambio…

Pero, como la inteligencia heredada proviene del Medio Ambiente, nadie está exento de ser víctima de su propia expropiación.

Por lo tanto, es importante comenzar a rever los acontecimientos de nuestra incipiente historia, tomando en cuenta los sucesos que se repiten una y otra vez, y siempre con el mismo resultado: la destrucción.

Cuando digo: «nuestra inteligencia es una herencia del Medio Ambiente», me estoy refiriendo a que lo que somos, es gracias a la energía inmanente que surge del centro de la Tierra, que la estamos absorbiendo, ignorando quizás, por la cual dependemos exclusivamente de ella.

¿Es gratis (gracias a…) esa Energía que recibimos, aunque no la pidamos?
No. No es gratis, porque la Tierra, de un modo u otro se la cobra. Y cuando se la cobra es contundente (cruel), no da crédito, no especula, no extorsiona, no pide ni otorga oportunidades.

Entonces, ¿Cómo evitamos que el Hábitat (la Tierra) nos cobre según sus códigos?

  • Saber que por más que paguemos por ella, no nos pertenece, que esa parte que creemos nuestra, es la que le debemos ofrendar nuestros esfuerzos, trabajándola, cuidándola, produciéndola. Evitando por todos los medios, que gente sin escrúpulos la destruya.
  • el Deber de pagar impuestos y cumplir con nuestras obligaciones nos otorga automáticamente un Derecho. El pagar impuestos es una forma de tributar por aquellos que dejaron su Sangre por pseudas conquistas de poderosos, que en su ambición desmedida, arrasaban con civilizaciones y posesiones… Pagar, más allá de quién gobierne, disponga y distribuya ese dinero.
  • Aprender a convivir con el otro, porque Todos somos Uno. Mientras pisemos esta Tierra, sin importar el lugar, sitio o espacio, saber que las divisiones, son sólo políticas, y son administraciones conforme a las formas étnicas que las habitan. Estas etnias son quienes se hacen responsables por lo que les ha sido puesto a su resguardo.
  • Que esta «memoria» hereditaria de la Naturaleza, nos privilegia con posibilidades de Evolucionar constantemente. Que sólo debemos encontrar el punto medio del balance, de la equidad, en aquellas cosas que muchas veces nos hacer sentir prisioneros y buscamos con ansia la «Libertad».
  • Que el modo de evolucionar, es entender el concepto de la re-evolución, desde lo intelectual, desde lo precedente, desde las experiencias que nos han brindado nuestros mayores, no para repetirlas, sino para ir de a poco superando aquellos errores cometidos, quizás por ignorancia, por desidia, por arrogancia… hoy ya no importa cuales fueron los motivos por los cuales se hayan cometidos esas faltas o desaciertos.
  • La re-evolución, es re-encaminar un proceso que quedó dando vueltas y no se proyectó, la re-evolución será mediante el remplazo de determinadas palabras, que hoy actúan como «virus», que intoxican, congestionan y destruyen un propósito, cuando se redacta un texto, cuando se habla, cuando se comunica.
  • Reemplazar las palabras que están «cargadas» con el peso histórico de su utilización, y utilizarlas solo cuando tengan el espacio adecuado, porque el peso histórico cobra vida cuando se las repiten en contextos cotidianos, y resuenan en el presente los mismos sucesos conflictivos del pasado, haciendo que toda nuestra pretensión de avanzar constructivamente sea devastada por esa energía densa que se remueve.

¿En qué contextos identificamos a las palabras y su peso?
Hay que comenzar distinguiendo a cada una por sus orígenes o raíces, de esa forma las iremos detectando y ubicándolas o remplazándolas según la función que cada uno de nosotros tenemos.

En el arco histórico que nos tocó relacionarnos, lo hicimos utilizando las Palabras (más allá de los idiomas, dialectos, etc.), y las palabras surgían según las circunstancias. Las circunstancias actuaron de escenarios para clasificarlas con un tipo de acción. Esa acción estaba circunscripta al impulso del alcance de un objeto o sujeto.

De ese primer impulso, según se tratare, es que se las clasifica en dogmáticas, bélicas, azarosas y naturales. Ese primer impulso se incorporó en las distintas culturas primitivas y en sus rituales, en sus costumbres y en sus rutinas. Incluso se escribieron escritos a modo de prevención (profilaxis) y libros que después, con el tiempo pasaron a ser «sagrados», dada la importancia que tenían o que le daban, por ser escrituras que enseñaban a cómo evitar enfermarse o cometer faltas, por las cuales llegarían a ser castigados o morirse por el descuido, propio o ajeno…

En el devenir, las palabras han sumado todo a su paso…

PLENO SIGLO XXI… Y todavía se sigue hablando con un lenguaje de la colonia, híbrido y obsoleto, un lenguaje que ya tenía una antigüedad de más de cinco mil años.

Un lenguaje con palabras tales como: vale la pena, malo, bueno, bien, mal, sacrificio, pecado, gasto, cultural, el resto, los restos, al menos, por lo menos, bunker, lucha, combate, pelea, batalla, estrategia, táctica, destino, evento, paraíso, infierno, culpa, paz, paciencia, involucrar, precaución, existir, plata, salario…

El Hábitat seguirá evolucionando más allá de nosotros… ¿Cuándo comenzamos a sincronizarnos con él?

Maestro Kao